Existe al Oeste de la península de Quintero, un gran terreno amurallado de piedras y bordeado de grandes roqueríos, donde, incesantemente golpea el oleaje del mar, alzando al aire ese inconfundible olor salino y que en época invernal, es el escenario propicio para ver la furia del temporal.

El sector es conocido, deacuerdo a la Carta de Navegación del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile, SHOA, como Punta Artesas.

Pequeños torreones y edificaciones a medio concluir, de lo que; en alas de la imaginacion , hubieran podido ser espaciosos salones y grandes habitaciones, dignas de un Rey medieval.

Esta construcción, desde muchísimos años que se conserva tal cual; solo las piedras son testimonio de lo que hubiera sido una hermosa mansión.

Es un punto estratégico, donde alguien, a principios del siglo 20 pensó en realizar sus sueño, es de una visión encantada por su paisaje; ya que cada día, su posición hubiera permitido, a quienes la habitaran, ver ponerse el sol, luego de disfrutar de él todo el día y escuchar de nuy cerca el batir de las olas contra las inamovibles rocas, y el vuelo de las gaviotas.

La leyenda cuenta, que una pareja de novios de la alta sociedad, maravillados por la belleza del lugar, decidieron vivir en dicho lugar al casarse. Por esta razón el enamorado novio penso en edificar un Castillo donde pudiera, su futura esposa, cual princesa, engalanar con su presencia tertulias y saraos.

Se dió comienzo a la construcción de sus bases y muros de contención, pero el destino impredecible y cruel no permitío la culminación de esta magnífica obra.

La ilusionada y enamorada novia enferma gravemente, falleciendo inesperadamente, dejando con ello en la tristeza mas absoluta, con su partida, a quién la habia elegido por compañera para toda la vida.

Pasó un lapso de tiempo y nada logro alejar el dolor de perder a su amada, dejando este mundo, y buscando quizás un reencuentro en el mas allá, que mitigara su espiritu atormentado, la construcción quedo detenida al momento de morir la novia, quedando sus bases como mudo testigo de la tragedia.

Esta es la leyenda de la Puntilla Sanfuentes, donde hasta hoy acuden las parejas de enamorados a jurar, una y mil veces su amor eterno, cada día, cada noche, jaramentos que aveces se lleva el viento, confundiéndose al anochecer el rumor de besos, con el murmullo incesante del mar, llevando hasta el infinito los "Te Amo", "Jamás te olvidare"..., es un incansable repetir, que solo el viento y las olas se encargan de escuchar. Yo he sido parte de ese embrujo.

Quizás aún ronden en sus alrededores al atardecer, y en noches de luna las figuras invisibles de un amor que no pudo ser.

Seguramente la historia dirá otra versión; pero los pueblos se nutren y aman sus leyendas que se confunden con las fantasías, para hacer de este mundo, uno mejor.

Extracto libro: "Historia de Vida y Leyendas de Mujeres de Quintero".

Año: 2004